sexta-feira, 28 de janeiro de 2011

Oh, mis ojos




Qué felicidad la mia 
matando la añoranza 
que nunca me mató. 

Qué sutileza siento 
viendo tanta belleza 
que todavía sobró. 

Esas deudas viejas 
que todo se paga 

¡y nada se borra! 

Qué cuerpo aun tan fuerte 
que venza a la muerte 
la vida es mi suerte. 

¡Ah, mis ojos!... 
con los que todo veo, 
y todo lo noto. 

Que bueno haber sido gente, 
un poco más que apenas prudente 
no solo un contestador, yo contesto el dolor. 

Pero a nadie detesto, 
por tener mucho 
Amor.


Celito Medeiros

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