Qué felicidad la mia
matando la añoranza
que nunca me mató.
Qué sutileza siento
viendo tanta belleza
que todavía sobró.
Esas deudas viejas
que todo se paga
¡y nada se borra!
Qué cuerpo aun tan fuerte
que venza a la muerte
la vida es mi suerte.
¡Ah, mis ojos!...
con los que todo veo,
y todo lo noto.
Que bueno haber sido gente,
un poco más que apenas prudente
no solo un contestador, yo contesto el dolor.
Pero a nadie detesto,
por tener mucho
Amor.
Celito Medeiros
Nenhum comentário:
Postar um comentário